Cada día que pasa me siento muy agradecida con las cosas que nos suceden en este país. No sé si es porque estamos en el paralelo 42 y se nos otorgó desde el universo la posibilidad de vivir la vida que queríamos y soñábamos. En menos de seis meses cumplidos aquí, y con ayuda de personas de aquí, mi esposo consiguió trabajo en su área profesional que nos permite vivir con tranquilidad.
Agradezco a mis hijos que hicieron posible este sueño apoyándonos con amor incondicional contra viento y marea.
Hemos entrado en un nuevo ciclo en que formamos parte de esta sociedad plenamente. Cada mañana nos unimos al grupo de personas que van al trabajo a pie, en una caminata que renueva la salud, refresca las neuronas y proporciona energía y alegría para comenzar un trabajo concentrado con amor y alegría.
Y si encuentras a Andy y a Ana a la salida del apartamento, es la mejor compañía para el camino, como nos sucedió esta mañana y quizás siga ocurriendo muchas veces. No podemos estar más agradecidos!